
"Y la caricia se quedó en la mano”
Arsenio Barco González
He despertado sola a medianoche, con los sueños tan cerca como el vaso de agua en la mesilla.
Apenas cierro los ojos, vuelvo a probar la lluvia directamente de tus labios.
Y es que aún puedo dibujar tu sabor a mano alzada aunque me tiemblen
Arsenio Barco González
He despertado sola a medianoche, con los sueños tan cerca como el vaso de agua en la mesilla.
Apenas cierro los ojos, vuelvo a probar la lluvia directamente de tus labios.
Y es que aún puedo dibujar tu sabor a mano alzada aunque me tiemblen
el pulso, la memoria y la vida...
Ahí fuera no ha dejado de llover, mis mejillas lo acusan igual que los cristales de mi cuarto,
cuando extiendo las palmas y las caricias duelen, vacías, en las manos...
Me siento, escucho el golpear de mis deseos contra la ventana y acabo con los sueños
bebiéndome el agua y las lágrimas sin respirar, no sé de cuántos tragos...
Con la luz apagada, miro al techo sin ver una última vez y, no sé cómo, te sonrío...
De amor sólo se muere
Ahí fuera no ha dejado de llover, mis mejillas lo acusan igual que los cristales de mi cuarto,
cuando extiendo las palmas y las caricias duelen, vacías, en las manos...
Me siento, escucho el golpear de mis deseos contra la ventana y acabo con los sueños
bebiéndome el agua y las lágrimas sin respirar, no sé de cuántos tragos...
Con la luz apagada, miro al techo sin ver una última vez y, no sé cómo, te sonrío...
De amor sólo se muere
algunas veces:
la primera y la última.
Las otras, sólo un poco...
Nota: desconozco quién es el autor de esta imagen. Si alguien lo sabe, os agradeceríaque me lo dijérais para poder poner aquí su nombre.
Nota: desconozco quién es el autor de esta imagen. Si alguien lo sabe, os agradeceríaque me lo dijérais para poder poner aquí su nombre.