jueves, 31 de agosto de 2006

De amor y otras aristas

III
Tu voz proyecta sombras verde oliva
sobre la piel en calma del recuerdo,
va sorteando escombros,
avenidas antiguas, me alcanza
y no se quiebra, me encuentra
sin aliento tras el fragor
de la culpa librada en tus orillas.

Tu voz es un descenso al infinito
que me revela aristas en los ojos,
me hace cruzar bogando,
quemarme las mejillas,
anclar los codos
en lo hondo de un gesto.
Y dejar que tus labios se amotinen
cuando despiertes y no queden caricias
debajo de las mantas.
…/…

(De Preludio de Tormenta)

miércoles, 30 de agosto de 2006

Amor deshilvanado

Siento un amor deshilvanado
y en desuso,
amor de costurero,
amor descompensado
por el peso del miedo,
por el paso del tiempo
sumido en ignorancias.
Pero siento.
…/…

(De Amor entre Comillas)

Fatalidades, tú y otros atolladeros


Hace día y medio calzaba un 25, llevaba dos coletas en cada hemisferio, unas gafas estilo azafata del 1,2,3 (primera temporada) y no distinguía los lunes de los viernes.

Un minuto, tres risas, y unos números más de pie más tarde, detestaba los lunes, las gafas y mi pelo, sobretodo mi pelo, ente independiente a los dictados del peine y de todas las leyes de la gravedad por inventar.

Y después tú, en un instante (quizá la vida estaba distraída, mirando hacia otro lado). Qué despropósito...

Y ya no sé de tiempos digitales, ni de qué pie cojeo (depende de tu risa y del zapato), ni dónde están las gafas (pongo mucho cuidado en no encontrarlas) y nunca hecho las paces con el lunes pero sí con mi pelo (qué remedio…)

En día y medio he aprendido lo que es echar de menos y he olvidado casi todo lo demás: la tabla de multiplicar, los bocadillos de sabores imposibles, las heridas de patio con mucha mercromina (la he probado en el alma, pero no hace el mismo efecto), el plural mayestático, tus besos…

Te cambio un par de cromos por dos o tres recuerdos…

martes, 29 de agosto de 2006

Rutinas

“Viajar a Marte
o al cuarto de la plancha.
Pero contigo.”

(Luis Alberto de Cuenca, RESINA FÓSIL Y OTROS HAIKUS)


Si me reinventas así lo cotidiano, soy capaz de plancharte las camisas a diario.
Y si me planchas tú, jugamos a las prendas donde quieras…

lunes, 28 de agosto de 2006

Distancias...


“Tú me llamas, amor, yo cojo un taxi,
cruzo la desmedida realidad
de febrero por verte (...)”
(Luis García Montero, DIARIO CÓMPLICE)


...cruzaría yo a nado el Manzanares si te empeñas en darme uno de esos abrazos que me hacen olvidar las capitales, los puntos cardinales y que a veces me saltan algún que otro botón...

Pero la realidad no sé cómo cruzarla: agosto se hace eterno en la ciudad, y el amor, colección de kiosco por entregas, se agotó hace semanas...

Imagen: Ron Gershman (Nude on Wall)

viernes, 25 de agosto de 2006

Quizás...



Quizás un día deje de confundir el viento con tu voz en la ventana.

Quizás el primer rayo de sol que filtra la persiana me acaricie los párpados, suavizando despertares.

Quizás cuando vea un avión deje de imaginarme dentro, mudando la piel con cada destino.

Quizás la luna observe cómo trazo tus labios en el aire...

Quizás deje de huir detrás de cada ocaso y me asiente en un verso, o me esconda detrás de una sonrisa triste, o me cruce de brazos o le plante cara al mediodía o invite a cenar a mis fantasmas...o quizás reconozca que se me empaña el alma cada vez que los hombros me pesan demasiado.

Quizás si cierro los ojos encuentre un lugar donde darte vida.

Quizás un día no oculte una lágrima detrás de cada punto suspensivo...

jueves, 24 de agosto de 2006

Cosas que hacer antes (y después) de los 30

Esconder las sonrisas que pienso para ti entre las páginas de algún libro (quizás un día los leas).

Aprender del silencio de las rosas mientras quien las regala deshoja corazones.

Hacer papiroflexia con tu boca.

Retomar los ocasos por donde los dejamos: entre la soledad y la caricia.

Repoblar 210 instantes (100 más, 100 menos) que me hicieron arder a fuego lento.

Colonizar tu espalda mientras mis labios te dan la independencia.

Hacer limpieza por fin en la memoria (y de paso debajo de la cama).

Aprender a contar amaneceres con los ojos cerrados, contemplándolos desde lo alto de un sueño.

Seguir dejando los zapatos detrás de las cortinas cada 5 de enero.

Exigirte más abrazos por convenio (lo he dejado bien pegado en la nevera –firmado con un beso soft pink con brillantina...)

Untar pan en las salsas (lo mismo que hago ya con tu mirada cuando te me despistas...)

Tropezar otra vez con la misma piedra...y llevármela a casa como pisapapeles...

miércoles, 23 de agosto de 2006


I

Para andar de puntillas
al filo de tus manos
hace falta saber
de eternidades
…/…

(De Amor Entre Comillas)

martes, 22 de agosto de 2006

SE BUSCA

Se busca huérfano
de alma
con el arrojo de un verso
encabalgado,
merecedor de otoños,
merodeador de ocasos que luche
con molinos
-no importa si no es alto,
lleva el pelo revuelto
o le brillan los ojos
cuando se apuesta el sol
contra el olvido-.
…/…

(De Preludio de Tormenta)

lunes, 21 de agosto de 2006

La clave del dolor




VIII

La clave del dolor
es un Do sostenido en la distancia,
un adiós que transgrede
las fronteras,
pentagrama de lluvias
que inundan
la promesa de un mañana
ficticio…
…/…

(Extracto de Amor Entre Comillas)

sábado, 19 de agosto de 2006

Con patucos y a lo loco...

18 de agosto. Hace frío. El paisaje se ha apagado un par de tonos.
Vuelvo a casa. Me esperan las aceras de siempre, las comidas caseras y esas dosis de ternura que me guardo en un bolsillo para las emergencias.
Abro un cajón y encuentro un par de patucos de lana de color lavanda. No me lo pienso: tengo que ponérmelos.
Qué sensación tan reconfortante, mezclar los susurros de un otoño prematuro que se asoma tímidamente por las calles –y a veces en tus ojos- con una prenda antigua caída en el desuso…
Y así, con un pijama viejo que me viene algo grande, ojerosa, despeinada y con mis gruesos patucos de larga tradición familiar, me invade un hormigueo de paz y seguridad dulcemente ficticios, algo que sólo pueden darme la idea del hogar o tus abrazos…
Y me toca reprimirme para no salir corriendo con ellos por el pasillo, derrapar como cuando niños y chocar irremisiblemente (como siempre) contra el marco de alguna puerta.
La infancia me hace guiños desde todos los rincones de mi cuarto.

A-CRONÍA (χρóνος, tiempo)

Confieso que padezco de adversidad crónica. No veo las señales. Yo, que leo sonrisas entre líneas continuas, contigo debí de saltarme algún semáforo (que me quiten 6 puntos). Y es que quise darme un garbeo por tus ojos sin pedirte permiso y ya se sabe…interpreté el calor de tus pupilas tristes por un “pase sin llamar”.

Al principio fui dejando un rastro de miguitas (y alguna que otra lágrima), me aprendí los caminos, las vías de servicio, vadeé tus miradas…Entiéndelo: fueron tantas las tardes, los cafés, los paseos, las despedidas lentas…

Si un corazón A inicia la marcha a 80 pulsaciones por minuto, y un corazón B la inicia en sentido contrario a 110, ¿en qué punto de la vida han de cruzarse, qué choque frontal, qué fusión, qué simbiosis debe producirse para que no sigan caminos divergentes?

Nunca se me dieron bien las ciencias. Que me traigan al que aseguró que todo tiene una explicación matemática: le pediré que me firme un autógrafo en la laguna exacta del vacío que dejas…

No sé volver a casa…

Coartadas

Si todo lo bello cupiese en un abrazo,
quisiera tener la noche
por coartada

(de Punto de Partida, 2000)

Han pasado 6 años y sigo pensando lo mismo... Cabezota...

viernes, 18 de agosto de 2006

Llueve...



La lluvia es escenario, es backstage, es cortina de humo, es cómplice y castigo del deseo inconfeso, de la inercia cobarde, camuflaje perfecto de la lágrima.
La lluvia nos ampara y nos cobija, la lluvia nos encubre las tristezas, nos incita al desvelo, a adoptar los latidos al tempo de sus gotas en el envés de un sueño que resbala…
La lluvia nos revela verdades arañadas en los bancos del parque, detrás de las ventanas, en su cadencia hipnótica al golpear la tela del paraguas.
La lluvia nos fabrica recuerdos moldeables, nos renueva la infancia vuelta en charcos, nos despereza el alma con su frescor catártico, como un único llanto que habla por el mundo adormecido…
Quiero volverme lluvia, caminar a su lado con los brazos abiertos, empaparme de vida, devolverle sonrisas apresando sus gotas en mi cuerpo…Quiero llover en forma de caricias, suavizar lo imposible, despistarte los miedos, llover bajo tus párpados, llover en tu camisa, tu frente, tus zapatos…prensar amaneceres labio a labio…

jueves, 17 de agosto de 2006

Susúrrame...

y oír tu voz llegar, volcarse en el oído
salvando la distancia
que cabe entre dos cuerpos.


(En los Días de Lluvia, II, Luis García Montero)

AMSTERDAM CAFÉ


Your eye’s lowest adagios,
the summing up of fears
and devotions
as light tumbles
down the rain,
silence in spirals speaking
loud,
days slain,
the blueless cords of hope
bold in your eyebrows…

THE SEED OF GOODBYES


Scribbling hopes with clumsy fingers
on the remotest doubts
the morning breaks in with,
as if their shape could mould
the outgoing dreams
or rain into your breakfast,
or even drain your soul
in search of sirens
from a different sea…
It’s time for harvest.

miércoles, 16 de agosto de 2006

Certezas...

Ce qui rend les amitiés indissolubles et double leur charme, est un sentiment qui manque à l´amour, la certitude.

Honoré de Balzac

¿Qué le falta al amor? ¿No resulta deliciosamente doloroso en su incertidumbre? ¿O es al revés?

HAIKU

Porque su vida no era
un haiku
decidió convertirla
en una sola imagen:
su sangre entre las flores
de aquel parque...